Una súplica de misericordia

Autor: Henri J. M. Houwen

 

 

Querido Señor, dame un deseo creciente de rezar,
Me sigue resultando tan difícil darte mi tiempo con
generosidad. Aún soy avaricioso con el tiempo, tiempo
para ser útil, eficaz, tener éxito, tiempo para actuar,
para sobresalir, para producir.

Pero Tú, Señor, no me pides más que mi simple presencia
para poder así hacer que tus rayos de luz penetren en
mi corazón y me den el conocimiento profundo de que
puedo amar, porque tu me has amado primero, de que puedo
ofrecer una acogida porque tu me has acogido primero,
y de que puedo hacer el bien porque antes tu me mostraste
tu bondad.

¿Que me detiene?, ¿Dudo aún que de que no necesito nada
fuera de Tí?, Por favor , Señor, ayúdame a dejar estos
juegos inmaduros y concédeme amarte, libre, enérgica, valiente
y generosamente.

Amén.