Suplica a Dios en mis enfermedades

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A Tí, Señor que pasaste por este mundo" sanando toda dolencia y toda enfermedad",levanto mis gritos y mis gemidos, yo, pobre árbol azotado por el dolor; Hijo de David, ten compasión de mí.

Mi salud se deshace como una estatua de arena. Estoy encerrado en un circulo fatal: l hospital, la cama, los análisis, los diagnósticos, el alcohol, el algodón, el médico, la enfermera....no salgo de ese círculo.
Una fiera llevo clavada en lo más recóndito de esta parte del cuerpo. Ten piedad de mi, Señor.

Dios mio, cada mañana me levanto agotado ,cansado, mis ojos enrojecen de tanto insomnio.
Con frecuencia me siento tan cansado, tan pesado como un saco de arena.
Mis huesos están carcomidos y los clavos y hierros que lo sostienen están oxidados, mis entrañas desechas, y como un perro rabioso me muerde el dolor.

Y sobre todo, el miedo, Señor. Tengo mucho miedo.
El miedo, como un vestido mojado, que se pega al alma. 

¿Qué será de mí?

¿Amanecerá para mi la aurora de la salud ? 

¿Podré cantar algún dia el aleluya de los que sanan?

Necesito paz, Señor, esa paz que sólo Tú puedes dar.
Dame esa paz hecha consolación, esa paz que es fruto de un abandono en Tí confiado.

Dejo mi salud en manos de la medicina, y haré por mi parte todo lo posible para recuperar la salud.
Lo restante lo dejo en tus manos.
A partir de este momento suelto los remos, y dejo mi barca a la deriva de las corrientes divinas.
Llévame a donde quieras, Señor. 

Dame salud y vida larga, pero no se haga lo que yo quiero sino lo que quieras Tú.
Puesto en tus manos, esta noche dormiré tranquilo porque en tus manos estoy.

Lléname de tu serenidad y dormiré feliz en tus brazos amorosos.

Que así sea