Oración a Santa Santa Rita de Casia, abogada de las causas imposibles.

Autor:  Antonio Diaz Tortajada (Sacerdote y periodista)

 

Rita de Casia:
Tu vida constituyó un testimonio significativo
de la obra que el Señor realiza en la historia,
cuando encuentra corazones humildes
y disponibles a su amor.
Fuiste pequeña de estatura,
pero grande por la santidad de tu espíritu.
Viviste con humildad,
y ahora eres conocida, amada y venerada
por tu heróica existencia cristiana
de esposa, madre, viuda y monja.
Enraizada profundamente en el amor de Cristo
encontraste en tu fe inquebrantable
la fuerza para ser mujer de paz
en todas las circunstancias.
Por tu ejemplo de abandono total a Dios,
por tu sencillez transparente
y por tu granítica adhesión al Evangelio
nosotros, hoy, podemos encontrar
pautas oportunas
para ser cristianos auténticos en este siglo XXI.
Tu vida fue una asimilación perfecta
con Cristo crucificado.
El estigma que brilla en tu frente
es la autentificación de tu madurez cristiana.
Fuiste gran discípula del Amor crucificado
y experta en sufrimiento
por lo que llegaste a comprender
las penas del corazón humano.
Tu eres abogada
de los pobres y desesperados
Por ello. dirigimos nuestra mirada
y nuestro corazón poniendo en tus manos
nuestras necesidades:
Ayudanos a superar los conflictos,
las tensiones, por desgracia,
tan frecuentes en nuestra historia.
Que nuestra vida sea como la rosa:
una vida animada por el amor apasionado a Jesucristo;
una existencia capaz de responder al sufrimiento y a las espinas de cada día
con el perdón y la entrega total de sí,
para difundir por todas partes
el buen olor de Cristo
mediante el anuncio coherente y vivido del Evangelio.
Que nuestra vida sea testimonio
de una esperanza que no defrauda
y misionera de la vida que vence a la muerte.
Amén.