Oración por la Santificación de los sacerdotes.

Autor: SS. Pablo VI



Ven, oh Espíritu Santo, y da a los sacerdotes, dispensadores de los
misterios de Dios, un corazón nuevo que actualice toda su educación y
toda su preparación, que les haga conscientes cual sorprendente
revelación del sacramento recibido, y que responda siempre con nueva
ilusión a los incesantes deberes de su ministerio, en orden a tu
Cuerpo Eucarístico y a tu Cuerpo Místico. Dales un corazón nuevo,
siempre joven y alegre.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a nuestros sacerdotes, discípulos y
apóstoles de Cristo Señor, un corazón puro, capaz de amarle solamente
a Él con la plenitud, el gozo, y la profundidad que solo Él sabe dar,
cuando constituye el exclusivo y total objeto del amor de un hombre
que vive de tu gracia; dales un corazón puro que sólo conozca el mal
para denunciarlo, combatirlo y huir de él; un corazón puro como el de
un niño, pronto al entusiasmo y a la emoción.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los ministros del pueblo de Dios un
corazón grande, abierto a tu silenciosa y potente Palabra
inspiradora; cerrado a toda ambición mezquina, a toda miserable
apetencia humana; impregnado totalmente del sentido de la Santa
Iglesia; un corazón grande, deseoso únicamente de igualarse al del
Señor Jesús, y capaz de contener dentro de si las proporciones de la
Iglesia, las dimensiones del mundo; grande y fuerte para amar a
todos, para servir a todos, para sufrir por todos; grande y fuerte
para superar cualquier tentación, dificultad, hastío, cansancio,
desilusión, ofensa; un corazón grande, fuerte, constante, si es
necesario hasta el sacrificio, feliz solamente de palpitar con el
Corazón de Cristo y de cumplir con humildad, fidelidad y valentía la
voluntad divina. Amén.