Saludo a la Bienaventurada Virgen María

Autor: San Francisco de Asís

 

 

¡Salve, Señora, Santa Reina, Santa Madre de Dios,
María, virgen convertida en templo, y elegida por
el santísimo Padre del cielo, consagrada por El
con su santísimo Hijo amado y el Espíritu Santo
Paráclito; que tuvo y tiene toda la plenitud de
la gracia y todo bien! ¡Salve, palacio de Dios!
Salve, tabernáculo de Dios! ¡Salve, casa de Dios!
¡Salve, vestidura de Dios! ¡Salve, esclava de Dios!
¡Salve, Madre de Dios! ¡Salve también todas vosotras,
santas virtudes, que, por la gracia e iluminación
del Espíritu Santo sois infundidas en los corazones
de los fieles para hacerlos, de infieles, fieles a Dios!
Amén.