Oración para ofrecer la jonada diaria.

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Demos gracias al Señor por la jornada que nos ha concedido!
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Te adoro, Dios mío, y Te Amo con todo el corazón! Te doy gracias
porque me creaste por amor, me diste la vida en este día, Te ofrezco
todas las acciones de la jornada. Te suplico que haga todo según Tu
Voluntad y para Tu mayor gloria. Líbrame del pecado y del mal; y
concédeme Tu gracia en cada momento. Amén.

¡Oh Jesús! Derrama Tu bendición sobre la Santa Iglesia, nuestra
Madre, sobre el Santo Padre, el Papa, Benedicto XVI (nombre del papa), sobre los
gobernantes, Colombia (u otro país), y todos sus hijos. Santifica a los sacerdotes,
conforta a los misioneros, fortalece el fervor apostólico de los
religiosos y laicos comprometidos; ayuda a los justos, convierte a
los pecadores, ilumina a los infieles y no creyentes; da paz y
prosperidad a las familias, alivia los sufrimientos de los enfermos,
asiste a los moribundos, libra las almas del purgatorio, presérvanos
del infierno y haznos llegar a la vida eterna contigo. Extiende en
todos los corazones la fuerza de Tu Amor. Amén.

Señor, En esta nuevo dìa vengo a Ti para pedir Tu Paz, Tu Sabiduría y
Fuerza. Hazme paciente, comprensivo, humilde, amable y bueno.
Permíteme descubrir Tu Presencia en todos mis hermanos, como Tu nos
has pedido ; líbrame de las murmuraciones, que no hable mal de los
demás, que solo piense en la bondad. Deseo el bien y la justicia para
todos. Revísteme de Tu Amor Señor, para que durante este día dé
testimonio de Ti. Amén.

Digamos con confianza la oración que el Señor nos enseñó: Padre
nuestro, que Estás en el cielo, Santificado sea Tu Nombre; venga a
nosotros Tu Reino ; hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas : como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden ; no nos dejes caer
en tentación y líbranos del mal. Amén.

Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de Tu Amor. Envía Señor Tu Espíritu, para darnos nueva
vida, y renovarás la faz de la tierra. Amén

Oremos : ¡Oh Dios!, Que iluminas los corazones de los fieles con la
Luz del Espíritu Santo, concédenos saber lo que está bien según el
mismo Espíritu, y gozar siempre de sus consuelos. Por Cristo, nuestro
Señor. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos Amén.
Confesemos nuestra Fe:
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido
por Obra y Gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue Crucificado, Muerto y
Sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día Resucitó de entre
los muertos, Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios
Padre, Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a
muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la
Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la Resurrección de
la carne, y la vida eterna. Amén.

Ángel de Dios, ángel de mi guarda, pues la bondad divina me ha
encomendado a tu custodia, ilumíname, dirígeme, guárdame. Amén.
A nuestros hermanos difuntos dales, Señor, el descanso eterno y
brille sobre ellos la luz perpetua. Amén.
Acto de Fe : Oh Señor y Dios mío creo lo que has revelado y lo que
nos enseñas por medio de Tu Santa Iglesia, porque Tu eres el Dios
Único y Verdadero, ¡Aumenta mi Fe. !

Acto de Esperanza: Oh Señor y Dios mío, espero de Ti el perdón de mis
pecados, Tu Gracia y la Felicidad Eterna porque Tu, Oh Dios Bondadoso
y Fiel así nos lo prometiste. ¡Fortalece, Oh Dios mi esperanza !
Acto de Amor : Oh Señor y Dios mío, te amo de todo corazón porque Tu
eres el Dios infinitamente bueno. Por amor a Ti amo a mi prójimo como
a mi mismo. ¡Inflama, Oh Dios, mi amor!

Acto de dolor: Oh Señor y Dios mío, los pecados de mi vida me duelen
profundamente en mi corazón. Porque Contigo, mi mas Grande
Bienhechor, he sido tan desagradecido ; porque con mis pecados Te he
ofendido, mi Dios Infinitamente Bueno. Me propongo sinceramente
mejorar mi vida y no pecar más. ¡Oh Jesús, dame para eso, Tu Gracia ¡
Amén.