Bendición del hogar

Autor: 

 

 

Dios mío bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y de la paz. 

Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida. 

Bendice las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana y por donde se asoman las estrellas que son luces de esperanza. 

Bendice los muros que nos defienden del viento, del frío y que son nuestros amigos en las horas que pasan. 

Bendice nuestra mesa y los sitios de trabajo para que nos ayudes y el lugar de reposo para que nos guardes. 

Bendice el techo que cobija los afanes de hoy y los sueños de mañana y que guarda para siempre entre los vivos la memoria sagrada de los que se han ido. 

Bendice la luz de la casa: la madre, la fuerza y el aliento... el padre y que sean benditos los hijos  luz y esperanza de ellos. 

Bendice los sentimientos, las ternuras, los anhelos que florecerán en nuestras vidas. 

Bendice nuestros pensamientos para que sean puros, las palabras para que sean rectas, nuestros actos para que nos conduzcan hacia TI. 

Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos juntos nuestro espíritu. 

Bendice nuestros dolores y alegrías porque son el corazón de la familia. 

Señor quédate con nosotros... en tu morada... en nuestra casa....

 

Oración 2.

Dios mío!, bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y la paz.

Bendice, la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la
bienvenida a mis invitados.

Bendice, las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana,
y por donde se asoman las estrellas del firmamento, que son luces de
esperanza para la humanidad.

Bendice, los muros que nos defienden del viento, del frío, del calor,
y que son nuestros amigos en las horas que pasamos en la casa.

Bendice, nuestra mesa, y los sitios de trabajo diario para que nos
ayudes, y el lugar de reposo para que nos guardes del peligro.

Bendice, el techo que cobija los afanes de hoy, y los sueños de
mañana, y que guarda para siempre entre los vivos, la memoria sagrada
de los que se han ido al cielo.

Bendice, la luz de la casa, la madre, la fuerza, y el aliento..... el
padre, y que sean benditos los hijos, luz de esperanza, y de sueños
futuros.

Bendice, los sentimientos, las ternuras, el amor, los anhelos que
florecerán en nuestras vidas cotidianas.

Bendice, nuestros pensamientos para que siempre sean puros, y las
palabras para que sean rectas, y que nuestros actos en la tierra nos
conduzcan a TÍ.

Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos
juntos nuestro espíritu, y este nos lleve puros hacia TÍ.

Bendice, nuestros dolores más profundos, y nuestras alegrías porque
son el corazón de la familia.

¡SEÑOR!, QUÉDATE SIEMPRE CON NOSOTROS.... . EN TU MORADA..... EN
NUESTRA CASA!