Oración al Espiritu Santo

Autor:

 

 

Espíritu Santo, hoy quiero hablar contigo. Concédeme la luz y la paz 
interior para ir hablándote paso a paso y sentirme escuchado.

Hoy es tiempo de una gran prueba interior, tu purificación para 
conmigo. Te siento como el Podador, estás arrancando de cuajo lo que 
no sirve y preparas el terreno para que ello suceda: una prueba aquí, 
una cruz allá, un disgusto aquí, una resistencia acá. Estás 
transparentando la toma de conciencia de mis propias respuestas 
interiores para convertirme.

Recuerdo a San Juan de la Cruz cuando dice que al investir esa llama 
de amor y de fuego en que consiste la purificación, el Espíritu Santo 
nos da la luz a nuestro ojo espiritual, para poder ver con toda 
claridad nuestra naturaleza humana: miseria.

Sé que tu forma de amarme es purificarme. ¿pero cual es hoy mi 
respuesta?
En la alternativa, sabes que muchas veces elijo mi propio parecer y 
evado la respuesta evangélica que me haría vivir en paz y hasta 
soportar con alegría la cruz.

Me doy cuenta que aspiro a pensar y a actuar sobrenaturalmente con 
medios y actitudes exclusivamente humanos, apareciendo entonces por 
doquier, las contradicciones que frustran, desconsuelan y angustian.
Te estoy escuchando: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos... Sin 
mí no podéis hacer nada". En estos momentos quiero comenzar algo 
distinto: AYÚDAME, ven con tu hierro candente, cámbiame, transfórmame y que aprenda a orar incesantemente noche y día contigo.
No quiero contar más conmigo, deseo vencer mi orgullo y dar un paso 
de humildad: Sin ti, no puedo hacer nada y nada soy. Espero verte 
cara a cara en el misterio, charlar juntos con confianza y fe, sin 
miedos y sin culpas.

Tú resucitaste, estás en espíritu y verdad, aquí, ahora, junto a mí. 
Acepta mis miserias, te las entrego como lo único que puedo ofrecerte 
y háblame al oído con tu delicada dulzura.

Amen

Obtenido en: Grupo de Oración Santo Cura de Ars